descarga

Propiedades y usos del vino

Antiguamente, el vino era utilizado como bactericida en las epidemias y lo que se mantenía como un mito, pero que se confirmó gracias a los estudios que llevaron a cabo investigadores canadienses, fue que efectivamente el vino podía atacar ciertos virus, entre ellos los de la poliomielitis y del herpes; dichas propiedades antisépticas se elevan a medida que el vino madura con los años.

Entre sus usos actuales más comunes se encuentra la depuración del colesterol, la estabilización de las fibras de colágeno que sirven de sostén de diversas arterias, la reducción del riesgo de contraer cáncer (porque contiene sustancias que activan la respiración celular), y también como digestivo, ya que al ser rico en vitamina B2, permite eliminar las toxinas y regenerar el hígado. Por otra parte, el vino estimula la segregación de los jugos gástricos, de ahí que sea un excelente aliado del sistema digestivo de los alimentos.

Y, específicamente hablando del vino tinto, actúa sobre las fibras lisas de la musculatura intestinal y aumentan así las propiedades peristálticas, siendo un medio suplementario para evitar el riesgo de constipación. Contiene polifenoles y flavonoides que dan un poder antioxidante, de esta manera protege las células de los efectos de los radicales libres. Si bien antioxidantes como la vitamina E reducen el riesgo de la enfermedad coronaria hasta en un 44 %, está el resveratrol, un antioxidante poderoso presente en el vino, que ejerce su poder benéfico sobre las arterias. Algunos autores creen que los efectos de los diferentes polifenoles se potencian entre sí, de tal modo que los flavonoides presentes en el vino tienen entre 10 y 20 veces más potencia inhibidora en la oxidación de las LDL que la vitamina E. Sin embargo, además del consumo moderado de vino, se debe seguir una dieta balanceada, realizar actividad deportiva y seguir el tratamiento médico que recomiende el especialista.

Beneficios del vino

Posee propiedades a las que se le atribuyen poderes curativos desde tiempos remotos, desde dietéticas hasta terapéuticas. Dentro de las principales se encuentra el valor nutricional, ya que es considerado un alimento completo y además es una fuente de energía fácil de asimilar. También está relacionado con la longevidad, pues contiene vitaminas A, C y varias del complejo B como: biotina, colina, incositol, ciancobalamina, ácido fólico, ácido nicotínico, piridoxina y tiamina, entre otras. Contiene pequeñas cantidades de hierro, por lo que es recomendable en caso de anemia. Los beneficios del vino tienen su origen en los taninos: mientras más rico sea en taninos, más tónico será.

Además, alivia la ansiedad y la tensión emocional. Es benéfico contra la depresión debido a sus propiedades euforizantes. Por su parte, las sales que se concentran en el vino son perfectamente asimilables, como calcio, magnesio, silicio, zinc, flúor, cobre, manganeso, cromo y anión mineral sulfúrico.

Gracias a los polifenoles encontrados en el vino tinto se obtiene un poder antioxidante que actúa contra los radicales libres que favorecen el envejecimiento prematuro de los tejidos, la aparición de lesiones en los vasos sanguíneos, así como la aparición de ciertos tipos de cáncer.

Fuente: el conocedor